domingo, 9 de septiembre de 2012

Velas blancas, silencio lacustre, Forggensee

No lejos de Roßhaupten, el paisaje se convierte en tarjeta postal. Un lago apacible, el Forggen, manchado de velas blancas que la brisa hace temblar. La luz que reflejan las aguas del lago, saltan a la roca escarpada de las montañas del fondo y derraman su esplendor por todo el territorio lacustre. Un paisano ara un campo con su máquina alada por un tractor. Los pájaros forman algarabía mientras se deleitan con gusanos e insectos aturdidos por los dientes de la máquina que remueven la tierra y que facilitan la tarea a las aves. Las orillas del Forggensee tienen aires de playa y muchos toman el sol tendidos en sus toallas estiradas sobre el césped. El lago tiene un embarcadero. Los mástiles desnudos claquetean empujados por la brisa. Dietringen es un balneario donde los habitantes de Fussen vienen a desconectar del ajetreo citadino. Es apacible, la brisa aligera el calor estival y sus aguas frescas invitan a la bañada. También a orillas del lago se alza Osterreinen, con su pontón en madera, me recuerda los pontones de Ganuza y El Salto. On est toujours encré dans les souvenirs d’antan. Por esta rivera, el terreno es valonado con senderos que bajan al lago, y como por arte de magia bávara, desaparecen y reaparecen. ©VCAweg2012 

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