A las 08h04 entramos oficialmente en el distrito de
Augsburg, al cual no pertenece propiamente la ciudad. Rodamos por zonas verdes
en una mezcla de parques y suburbios. Desde temprano la gente se pasea por esas
zonas verdes o hace jogging al abrigo del follaje espeso de los árboles. Un
cartel anuncia Gersthofen, una de las ciudades que componen el distrito.
Seguimos las flechas que indican la pista para las bicicletas. Diseminados, los
edificios parecen enclaves dentro de un parque. El Lech sigue siendo nuestra
rosa náutica y sus puentes, la regla para medir que avanzamos. A la altura de
la autopista E52 aparece Firnhaberau y entramos en los predios de la ciudad de
Augsburg. Siempre se habla de los parques como pulmones verdes de las ciudades.
El Lech y su área es una arteria de sangre verde. A unos tres kilómetros el
zoológico y el jardín botánico. Los ciclistas tienen senderos a pedir de boca.
Seguimos avanzando entre canal y río. Es sábado. La posibilidad de atravesar el
centro de la ciudad nos hace vacilar. Augsburg siempre estará en su lugar y
nuestra mira es avanzar y avanzar. Estaremos errados? El lugarteniente prefiere
seguir de largo sin hacer una pausa en la ciudad. Yo avizoro regresar alguna
vez a la vieja ciudad que los romanos nombraran Augusta. ©VCAweg2012
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