Schongau le
debe sus orígenes, allá por el 47 antes de nuestra era, a la calzada romana,
sin embargo, fue la ruta de la sal, durante el Medioevo, la que le hizo ganar
en prestigio por su mercado, y en la actualidad, es la Ruta Romántica la que
condiciona su mercado turístico. Decidimos no entrar a la ciudad, y
contornearla por el bosque situado a su izquierda. Desde Schwabniederhofen
hemos pedaleado por la calzada original, que se pierde a la altura de
Altenstadt y la volvemos a retomar por un barrio del suroeste de Schongau. El
tramo boscoso procura frescor y un ritmo de pedaleo con alivio. Hemos perdido
nuestras sombras y avanzamos por un tapiz de sombras que se entrecruzan y
dibujan gruesas y delgadas rayas. Sombras efímeras como efímero es nuestro
pedaleo sobre ellas. De todos los rincones emergen trinos y sonidos propios del
bosque. Y para que no falte el toque mágico, montones de mariposas blancas
atraviesan la calzada, escurridas entres las ruedas de nuestras bicicletas. Una
vez del otro lado del pinar, desaparecen tal como llegaron, dando saltitos en
el aire. ©VCAweg2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario