A
unos kilómetros de Leeder, atravesamos otro pueblo, un pueblo chico o granja
grande, muchas veces nos es difícil de calcular la talla del sitio que
atravesamos. No obstante, granja o pueblo, la iglesia parroquial se alza
espléndida en medio del sitio habitacional. Techo a dos aguas, cubierto de
tejas planas, delicado campanario coronado por una discreta cúpula en forma de
bulbo, y pintada de blanco con relieves color rosa viejo. Cinco minutos fueron
suficientes para atravesar Denklingen. No estamos lejos del Lech, y hacia él
nos dirigimos. Más bien, a Epfach, que se levanta en su orilla izquierda, y por
donde antaño pasara la romana vía Claudia-Augusta y la ruta de la sal, rutas
que la convirtieron en importante nudo vial del sur de la Baviera. Para
satisfacción de nosotros, ciclistas de la vía romana, y obsesionados con los
hitos de la antigua calzada, en un recodo y a la sombra de un árbol, emerge un
meilenstein, que esta vez, aseguro a nuestros lectores, impedí que fuera
cargado por mi compañero de ruta. ©VCAweg2012
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