sábado, 8 de septiembre de 2012

Tramo soleado y solitario


Lo de atravesar pueblitos fantasmas es la norma en la tarde del sábado. Hurlach, soleado y solitario. Nos anima que pedaleemos por la vieja calzada. Entre pueblo y pueblo, la tierra carmelita recientemente arada o verdísimos campos. Iglesias y casas. Torres y cúpulas. Monumentos a los muertos de las guerras. La del 14 al 18 tiene que haber sido mortífera en estas regiones. Igling, soleado y solitario. Luego Erpfting. Pensamos poder encontrar alojo en Erpfting. Soleado y solitario. Nada para alojarnos. O lo existente, sin plaza para nosotros. Es agradable pernoctar en los pueblos, tranquilos y solitarios. Silencio humano y vida animal, o de insectos. Un asno que rebuzna en medio de la noche, o las ranas croando en un charco detrás del gasthof, un grillo escondido, y el silencio que retumba mientras la luna corre detrás de las nubes. Nada así para esta noche de sábado. Queda la opción citadina. Otros cinco kilómetros de pedaleo, una capilla en el tramo que lleva a la ciudad, un sitio recordando el holocausto más adelante, y al final del camino, Landsberg. ©VCAweg2012

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