domingo, 9 de septiembre de 2012

Sed de agua fresca

Después de una veintena de minutos por un sendero soleado, llegamos a Hohenfurch y sin agua en las cantimploras. A uno y otro lado del camino, campos cultivados. Mi sombra, y la sombra de Elie, a nuestra izquierda, como un resorte de cartón oscuro. En el zigzagueo, las sombras se imbricaban y perdían el equilibrio. El sol atento al pedaleo. La garganta seca. Granjas y casas. Atravesamos un barrio residencial y pedimos a un lugareño de llenarnos las cantimploras, cosa que gentilmente el muchacho hizo, desapareció por el lateral de la casa y reapareció por la puerta principal. Calmamos la sed y seguimos por la calle pavimentada que nos llevó a Schwabniederhofen. Largo nombre para tan minúsculo pueblito, yo diría un barrio atado a Altenstadt, a su vez ciudad satélite de Schongau. ©VCAweg2012

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